Tácticas para reducir el estrés

 

Fáciles “herramientas” que te ayudan a lidiar con la tensión

Debido al corre corre diario, hoy día casi todas las personas sufren de estrés. Pero existen “herramientas” prácticas que puedes comenzar a usar ya para manejarlo con éxito.

1. Determina las causas del estrés.

Cuando señalas qué en específico lo causa, puedes hacer cambios o modificar tu comportamiento. Si te agobian las tareas acumuladas, solicitar  ayuda, como pedirle a tu pareja que se encargue de los chicos unas horas, o contratar a una compañía de limpieza para que asee la casa, puede aliviar tu carga. Recuerda: la solución no tiene que ser perfecta; si alivia la situación al menos un 50 porciento, ya habrás reducido tu estrés a la mitad.

2. Monitorea tu diálogo interior.

¿Te pasas el día prediciendo catástrofes futuras –que perderás el trabajo o que no alcanzará el dinero? Cuando te ataque el estrés, detente. ¿Qué acabas de decirte que provocó el pánico? Cancela ese pensamiento negativo y afirma uno positivo: “Todo tiene solución”. 
 Recuerda que los síntomas de la ansiedad son sólo sensaciones en tu cuerpo generadas  por tus pensamientos. Estas –falta de aire, la sensación de que caes al vacío o que te flota la cabeza–son iguales a las que experimentas cuando subes a la montaña rusa en un parque de diversiones, sólo que entonces te producen un miedo “delicioso”. Por supuesto, debes consultar con tu médico para descartar cualquier condición física. 

3. No te resistas.

Combatir la ansiedad sólo consigue aumentarla. Imagina que estás en una piscina y que flotas hacia el estrés; que en lugar de huirle, te entregas a él, dejando que pase por tu cuerpo sin combatirlo. Otra poderosa táctica es la de asumir la posición “muñeca de trapo”, soltando el cuerpo sin ofrecer resistencia alguna hasta que se agote la ola de pánico. Esta no es más que una descarga de adrenalina que dura pocos minutos.
Aprende a respirar. Respirar de forma incorrecta puede crear ansiedad. La forma correcta: respirar desde el vientre, no el pecho. Coloca una mano encima del vientre. Si al inhalar y exhalar esta se mueve, respiras correctamente. Esto puede disminuir el estrés casi en un ciento por ciento. Cálmate en un 2 x 3: Con un dedo, tapa la fosa nasal derecha e inhala lenta y profundamente por la izquierda; exhala. Haz lo mismo con la izquierda.  

4. Separa un tiempo para recargar las baterías.

Ya sea una hora en la mañana, antes de ir al trabajo, o en la noche, al llegar a casa, crea un espacio sólo para ti. Escucha música, practica el yoga, escribe en tu jornal o juega con las mascotas. Haz eso que te relaja y te llena de paz.  

5. Ejercítate.

Hacer cualquier clase de ejercicios ayuda a reducir el estrés. Estos liberan endorfinas en el cerebro, las llamadas hormonas de la felicidad, que calman y alegran.

6. Elimina los estimulantes.

El café, el azúcar y los alimentos procesados son una fuente de estrés en tu organismo. Elimínalos o redúcelos. Sigue una dieta sana, con más frutas y vegetales frescos.
Busca ayuda: Existen terapias y medicamentos que pueden ayudar a controlar el estrés. Si sientes que no puedes manejarlo sin ayuda, consulta con un médico, sicólogo o terapeuta capacitado para que te oriente.

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