Cuida más a tu cerebro que a tus electrónicos

EJERCICIOS PARA DESCONECTARSE

Centro de Trabajo: las personas pasan una gran parte de su tiempo en el trabajo, encerrados en una oficina. Trata de salir afuera un par de veces durante el día por unos 10 minutos. Si no puedes, párate frente a una ventana que de para la calle por unos minutos, concentrándose en el exterior. Si no tienes acceso a una ventana, coloca en su escritorio la foto de un paisaje que lo transporte a un sitio donde tu mente se relaje.

Cuando la persona concentra su mente en un punto lejano de su realidad mediata, está dejando que la mente vuele sin rumbo. En otras palabras, está soñando despierto. Ese es el estado de relajamiento en que el cerebro se mantiene cada 90 minutos mientras dormimos.

En la casa: Haz el esfuerzo de no llevar trabajo para la casa porque junto con el trabajo en el maletín también van las tensiones con el jefe y otros compañeros.

La familia: Busca un sitio en tu casa donde sea sólo ‘tu’ espacio. Esa habitación o rinconcito no puede tener ninguna conexión con la rutina de mamá, ama de casa o esposa (igual para él); es un lugar para desconectarse de todo. Acostumbra a tus hijos que al final del día mamá y papá tienen media hora para ellos solos, sin interrupciones en ese sitio privado al que ellos no tienen acceso. Durante esos 30minutos en silencio juntos o separados, lean, escuchen música, o siéntense con los ojos cerrados concentrándose o visualizando algo que les traiga tranquilidad.

Dormir: Las horas de sueño es otro factor de descanso primordial para el cerebro. Una persona adulta debería de dormir un promedio de 7 a 7.5 horas para que amanezca fresca y pueda desempeñar sus funciones rutinarias sin mayor estrés.

Yo trabajo desde mi casa y también hago las labores caseras que hacemos todas: cocinar, cuidar a mi hijo, tareas, etc. Haciendo que pase el día completo en casa. Para desconectarme un poco de las horas que paso escribiendo en la computadora, tengo por costumbre tomar descansos de 10 minutos caminando por el jardín. Así distraigo la vista y el cerebro un rato viendo las flores, inspeccionando mis orquídeas y de paso aprovecho a tomarme un té o una tacita de café. Desde que sigo esta rutina he notado que le saco más rendimiento al tiempo y más productividad a mi cerebro.